Mónica N. Albarrán
Artista
"Reflejo una vida marcada por contrastes de luz y sombra, así como por momentos de profunda alegría y terror. Mi obra se fundamenta en la exploración de la dualidad entre la vida y la muerte, conceptos que han sido recurrentes en manifestaciones culturales del pasado. Estas referencias a la rutina cotidiana se entrelazan con la incertidumbre del presente, donde la vida se manifiesta con vigor, desbordándose a través de llamativas técnicas coloridas.
Empleo texturas expresionistas que resultan potentes y gruesas, pero a la vez sublimes, creando un diálogo visual que impacta al espectador. Mi formación y experiencia educativa se centran en la narración de historias, la pintura y la impresión, influenciadas por los grandes maestros de la historia del arte. He desarrollado un estilo único y apasionado que combina la aplicación de colores brillantes en piezas figurativas abstractas, junto con obras expresivas que contrastan en impresiones más oscuras.
Los eventos contrastantes de la vida real son una fuente constante de inspiración para mí, llevándome a trabajar con combinaciones extremas que subrayan mi deseo de expresar un retorno a la vida. A través de la narrativa de mi pincelada, decido vivir la vida al máximo, transmitiendo mi experiencia y visión personal a través de mi arte."
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Mónica nació en la Ciudad de México y es licenciada en Diseño Industrial, aunque su verdadera pasión, descubierta desde la infancia, ha sido siempre la pintura. A lo largo de su trayectoria ha creado más de cien obras, entre grabados, acuarelas, técnicas mixtas y óleos, además de mantener un amplio portafolio fotográfico. Actualmente, dedica su tiempo por completo a la pintura y la fotografía, explorando en ambas la sensibilidad y el equilibrio visual que caracterizan su estilo.
Ha participado en numerosas exposiciones colectivas, destacando su representación de México en Esplendor Esmeralda, evento que reunió obras de artistas como Leonora Carrington. En noviembre de 2024 fue seleccionada para representar al país en las Olimpiadas del Arte en Nueva York, reafirmando su proyección internacional. Además, dos de sus obras fueron subastadas en Ottawa, Canadá, y una de sus piezas forma parte de la colección permanente de una prestigiosa universidad en Massachusetts, Estados Unidos, consolidando su presencia dentro del panorama del arte contemporáneo.


